Los viernes en Barcelona suelen ser bastante movidos. Hay sitios que se llenan cualquier día de la semana, otros sólo los findes; pero un viernes es el típico día en que todo está abierto. Y más los sitios como Razzmatazz, que además, con motivo de su 14 aniversario se llena más de lo normal por estas fechas. Pero, curiosamente, el pasado viernes 21 de noviembre no fue así. En general había poca gente, cosa que al parecer era diferente en nuestro destino; LoLiTa esperaba con un ánimo indiscutible la llegada de Kele Okereke, vocalista y guitarrista del grupo Bloc Party. La sala escogida, la más pequeña del local, le vino bien al artista, ya que de haberle tocado cualquier otra la falta de gente hubiese sido más que notable. Con motivo de la presentación de su segundo disco en solitario, Trick, Kele saltó a las tablas ante un público que lo acompañó con gritos y algunas manos levantadas que desde la primera fila aclamaban su nombre. Apenas un mes es lo que lleva el disco en el mercado, y el inglés de origen nigeriano tuvo suerte de que los fans que ocupaban los espacios más cercanos al escenario se supiesen alguna de memoria. Debemos agradecerles a ellos (y tal vez a los movimientos en forma de baile de Kele) el ánimo de la sala. Más vale calidad a cantidad, o eso dicen. Lo que sí es cierto es que el cantante debe básicamente su fama a su antigua banda, y aunque se le ve muy cómodo en su nueva etapa en solitario, es como uno de esos personajes de series archiconocidas: nunca dejará de ser «El de Bloc Party».
Pero bueno, a pesar de su estética algo fuera de lugar (llevaba una especie de bañador demasiado veraniego y que llamaba la atención por el mes en el que estamos), supo ganarse al público que había acudido a Razzmatazz exclusivamente para verle. Muy en parte gracias al dj que le acompañaba detrás de él, el cual hizo que la hora que duró la performance fuese bastante bailable. Destacó en ocasiones más que el propio Kele, cuya voz parecía estar en un segundo plano en alguna ocasión e incluso llegar a sobrar. Temas como Doubt o Silver and Gold fueron tal vez los que más entraron, canciones con letras que hacen alusión a imágenes para expresar sensaciones o sentimientos, algo que sí destacamos como positivo por su enfoque poco convencional. Tal vez el error es la comparación de su actual trabajo con su etapa de vocalista de Bloc Party, quizá debemos planteárnoslo como si no supiéramos nada de su procedencia como cantante. Pero tal vez en ese caso no hubiese aparecido el viernes en Razzmatazz.
Kele abandonó la sala tal y como apareció en ella, no sin antes saludar y agradecer repetidas veces a su querido público la cálida acogida. Salió y pudimos verle tomándose fotos con algunos fans que le siguieron en su camino hacia la salida. Eso sí, muy majo.