La cantautora andaluza Carmen Boza agotó las entradas para el concierto que tuvo lugar en Barts Club, en la ciudad de Barcelona. Durante poco más de una hora y media presentó canciones de su nuevo disco “La mansión de los espejos”, así como canciones inéditas que solo habían escuchado sus mecenas.
Un público apasionado por su voz dulce le rogaba sin tregua que tocara temas antiguos, pero no lograron la victoria. Aun así, prometió volver a la capital catalana, de la cual se declaró una completa enamorada. También confesó su alegría derivada de un aforo completo que, no obstante, conservó la intimidad del concierto.
Aunque Carmen sea conocida por los fantásticos acústicos que siempre ha presentado, esta vez nos sorprendió con una espléndida banda que sin duda alguna estuvo a la altura. La bajista y el guitarrista hicieron un trabajo impecable, pero la pasión desmesurada de un batería que expulsaba energía por todos los poros de su piel dejó a todos los presentes boquiabiertos.
La andaluza protagonizó uno de los momentos más divertidos de la noche cuando, después del énfasis con el que tocó, su camisa se desabrochó un poco sin que se diera cuenta y fue una de las fans quién le avisó. Ella, con su gracia y su desparpajo, se lo tomó con humor soltando un comentario de lo más natural que, junto con la expresividad de su cara nos sacó una sonrisa a todos: «Tampoco hay mucho que ver».
Pero no todo fueron risas. Debemos mencionar un par de canciones que tocó consecutivamente con las que se creó una atmósfera íntima y tierna; “El ejército” y “Nana Noir”. En aquel momento –y también en otros – la misma artista se vio cautivada por la emoción con la que los asistentes cantaban todos sus temas al pie de la letra.
Finalmente, cabe decir que, como buena estratega, dejó su tema más característico de su nuevo disco para deleitar a sus seguidores al final del espectáculo, y así dejarlos con el brillo en los ojos. Después de despedirse y dar las gracias dejando a un público con ganas de más, la cantante y su banda volvieron al escenario para interpretar con todas las fuerzas que aun les quedaban “Octubre”.
Vamos, que todos los presentes en la sala Barts Club de Barcelona pudimos disfrutar del singular estilo de una cantante con potencial y muy entregada a su público.