Monegros, N-II, km 416, 22520 Fraga, Huesca. El tiempo corre pero hay excepciones, zonas en las que el polvo seco del desierto parece parar el tiempo y todo se vuelve un reducto de emociones y recuerdos.
Pasaron 8 años desde la última vez que se celebró Monegros Desert Festival. Pandemia de por medio nos hemos hecho mayores, hemos crecido, también la organización de la familia Arnau. Si alguien tenía dudas de si aun seguían conservando la energía que los llevó a lo más alto de la escena clubbing de España no tardaron en disiparse.
Con un elenco de artistas espectacular, digno de Monegros, los asistentes se congregaron en medio del desierto para vivir una experiencia única. Todos los amantes de la música urbana, desde el hip hop pasando a lo más alto de la música electrónica, la cultura que engloba el desierto se empezaba a sentir desde la noche anterior cuando ya los más atrevidos fueron en autocaravanas.
Once escenarios, ni más ni menos, distribuidos por todo el recinto del festival, con lugares tan espectaculares como el imponente avión reacondicionado como sala, el colorido escenario del Row, o la fastuosa presentación del escenario principal “Soundsystem Temple” donde vimos brillar a gran cantidad de mitos vivientes. Sin olvidar sitios tan emblemáticos como el Corral, el origen de la historia del festival donde la familia Arnau daba techo a sus ovejas.

En todos y cada uno de estos escenarios se han vivido momentos que han sido capaces de aparcar lo menos bueno, lo duro que acarrea la travesía del desierto. Ni las colas, ni las esperas al sol, ni los kilómetros en las piernas… Nada pudo con la ilusión de lxs ravers, que aguantaron hasta 20 horas de festival sin concesión alguna.

En lo puramente artístico, nadie salió defraudado. Los grandes nombres no se comieron a los artistas y se pudo disfrutar de grandes actuaciones que sin ir más lejos no están al alcance de muchos festivales. La tarde arrancó con el hip hop insolente de Busta Rhymes en un show en los que el rapero neoyorquino se gustó con su rap apuesto. Miradas desafiantes y conexión absoluta con un público entregado a sus hits atemporales.

Caía la noche y el polvo pasaba a un segundo plano. Y en esa oscura y fresca noche monegrina pudimos gozar de la magnificencia de los escenarios, que lucían como nunca mientras un gran elenco de djs los iluminaba a su paso. Ahí tenemos que destacar al de siempre, que no es que siempre roce la excelencia, pero es que Paul Kalkbrenner, se comió el principal con un repertorio atronador. Entre cigarro y cigarro, se le vio disfrutar mientras enlazaba temas por todxs conocidos. También estuvieron a un gran nivel los ingleses Camo & Krooked, una de las formaciones más laureadas de drum and bass. Sus mezclas, versiones y remixes le gastaron la suela a más de unx.

Uno de los espectáculos más esperados, el live de Vitalic, estuvo a la altura de lo que se le pedía, si bien el electro no era el género predominante en Monegros, los ritmos atronadores del productor francés nos penetraron hondo mientras el espectáculo de luces no hacía más que crecer y seguir sorprendiendo al personal.

Otra buena dosis de drum and bass, esta vez en el principal, la que oficiaron Chase & Status, junto con sus escuderos Irah y Takurah, acompañados por un espectáculo visual inmersivo sin igual, hicieron temblar el desierto por momentos.
La brasileña Anna, con una sesión que se vio extendida por la ausencia de última hora de Kölsch, también dio fe de lo que es el buen techno, con una sesión contundente pero que también tuvo tiempo para la melodía o los breaks, la oscuridad y el baile.

Otro que rayó a un nivel excelente, el británico Mella Dee, uno de los productores más consagrados del Reino Unido tuvo para todos. Techno house fino, bassline atronador y uk garage de alta escuela. Se nota de dónde viene y de donde ha mamado. Un fiel heredero de un trono que busca dueñx.

Seth Troxler, Enrico Sangiuliano, Amelie Lens o Josep Capriati, por nombrar algunos nombres más, nos endulzaron una jornada de altos decibelios y emociones fuertes en el esperado reencuentro con Monegros Desert Festival.