Tengo la gran oportunidad de fotografiar y escribir sobre la gran pasión de mi vida, que es el rocanrol, en un medio que de a poco está haciéndose grande. Contar historias que han ocurrido pero que pasan por el tamiz de mi propia interpretación, criterio y sensibilidad, sin la presión de tener que agradarle a un editor que se fije más por caerle bien a los auspiciantes antes que por la calidad de los contenidos, en estos tiempos, es invaluable. Lo que me da permiso a escribir las crónicas y fotografiar de los distintos conciertos a los que asisto como experiencias puramente personales, y plasmarlas como se me antoje. No quiere decir que del concierto de los CLUTCH el lunes pasado haya una historia que contar, más bien fue un lunes odioso como cualquier otro lunes de la era industrial, frío y gris de fines de noviembre. Lo único que valía la pena para hacer era quedarse en casa con un chai y practicar Chi Qun o ir al bolo. Y por supuesto que si en el cartel te encuentras con semejante banda la segunda opción es la que vale, a como dé lugar.
Al ser un día de semana, y tan de semana como un fakin´ lunes, los conciertos o eventos que se programan suelen comenzar temprano para acabar temprano, por lo que la Sala Apolo abría puertas antes de las 7pm y la primera banda comenzaba a las 7:15. Llegué muy justo, y me encontré a la entrada con que estaba acreditado como redactor, no como fotógrafo, si quería fotografiar tenía que hacerlo desde el público. Exhalé un poco decepcionado, iba a echar mucho de menos meterme en el foso a experimentar la adrenalina que corre por todo el cuerpo en esos tres primeros temas en los que se está tan cerca de los músicos que hasta se les puede oler el aliento y acribillarles a obturaciones. Puse ojos de pena y no costó mucho para que me ofrecieran esperar un rato para poder confirmarme si podía meterme al foso o no.
Para cuando tuve la pulsera de acceso en la muñeca los TIGERCUB estaban acabando el segundo tema, por lo que me quedé viendo el show entre el público tempranero. Este trío de Brighton está dando vueltas desde 2015, desde que lanzaron un magnífico EP y ahora abriendo para los CLUTCH por toda Europa, defendiendo un sencillo lanzado este mismo año “The perfume of Decay” y un último LP del año pasado: “As Blue as Indigo”. Aunque el sonido no fue el mejor en directo, la banda nos lanzó una buena descarga de temas prolijos en la ejecución, buenos riffs y armonías vocales para acompañar la buena presencia en el escenario.
Había gran expectativa en el entretiempo para presenciar el show de los GREEN LUNG (quizás más que para los mismos CLUTCH) entre el escaso aforo a esas tempranas horas. Son una banda bien conocida en el mundo Stoner y era su primera visita a la ciudad condal. Enchufaron los GREEN LUNG con el riffazo de “Woodland Rites”, tema de su maravilloso disco del mismo nombre. Ante tal bombazo de buenas a primeras no pude más que respirar hondo y hacer que la música y la energía hicieran el trabajo de registrarlo todo con la cámara. Acabado “Old Gods” el tercer tema, me quedé amarrado a la valla para acabar de disfrutar hasta el último detalle del concierto. “Graveyard Sun”, “Reaper´s Scythe” sonaron poderosísimos, tracks de su magnífico último disco en el que centraron su concierto hasta que, para finalizar, el front man hizo una pequeña introducción para dar pie al último tema de la lista y el más festejado: “Let the Devil In” que hizo al público levantar brazos e invocar a la cabra del inframundo a hacerse presente. Los GREEN LUNG han dejado una muy buena impronta por estos lares y esperamos verles pronto en gira individual o con más tiempo para poder verles a pleno. Cuarenta minutos supieron a muy poco.
Se esperaba que los CLUTCH subieran al escenario a las 9pm en punto, por lo que se comentaba y esperaba que se despacharan con un buen set que llegaría a las dos horas, o quizás más. Son una banda de dilatada trayectoria y con la rica diversidad de sus etapas musicales, bien podíamos esperar que lo hicieran siendo ellos los cabezas de cartel. Entré al foso de nuevo y como es costumbre tomé una foto del set list pegado al suelo, lo revisé y me agarré la cabeza: iba a ser un show del carajo. El tío Neal se apareció y el aforo, ya al completo, enloqueció con los primeros acordes de “Mice and Gods”, le siguió “El Jefe speaks” y “Earthrocker”, por lo que ya el público estaba entregado a dejarse sorprender. Neal Fallon es un front man brutal, se mete al público en el bolsillo ya con su sola presencia, y ciertamente, si no fuera por su hiperactividad sobre el escenario estaríamos presenciando a una banda virtuosa en lo musical pero completamente estática e insípida en lo que a show de rocanrol se refiere. Vi de cerca la presencia monolítica del guitarra Tim Sult y el poco juego que daban el bajista Dan Maines y el batería Jean-Paul Gaster desde el fondo semioscuro del escenario. Una cosa no quita a la otra, los bombazos se fueron sucediendo hasta poco pasada una hora del inicio del show, desaparecieron en bambalinas para lo que todos esperábamos que fuera un pequeño descanso para continuar con el show. Según la foto del set list, faltaban por tocar algunos temas y la peña estaba encendida a esa altura. Al poco salieron de nuevo, para tocar una versión larga de “Electric Worry” y vamonos, vamonosssss… saludaron al respetable y desaparecieron definitivamente, acabando el show a la hora y veinte de haberlo comenzado. Una cosa no quita a la otra, como dije antes, los CLUTCH nos partieron la cabeza, pero este coitus interruptus nos ha dejado a unos cuantos bastante desorientados. Y más temprano de lo que esperábamos de vuelta en casa.