Como viene siendo costumbre en los últimos siete años, para el 26 de diciembre se esperaba con ansias la nueva edición del CANELONIFEST de Sabadell. Teniendo en cuenta que las últimas dos ediciones no pudieron concretarse por cuestiones de seguridad sanitaria (¿alguien se acuerda del Covid?) se temía que ya no se realizara nunca más. No fue el caso, porque Helena, la única que ha quedado de los promotores originales, ha seguido con la ilusión intacta y sacado adelante el proyecto 2022 de todas formas. Sabemos todxs cómo ha afectado la crisis sanitaria, económica y social a las promotoras de shows de todos los niveles, por lo que celebro y apoyo a las personas como Helena, que no dan el brazo a torcer y siguen promoviendo cultura a pesar de todo lo que ocurra con intensión de mermarla o destruirla.
El cartel de este año fue de lo más ecléctico e interesante, se presentaron cinco bandas con propuestas y niveles distintos. En lo personal, me atrajo mucho ver en directo a los viejos conocidos UDOL y MARAGDA, banda en la que estuve adentrándome durante la semana pasada. Del resto de las bandas no sabía nada y preferí dejarme sorprender, como es mi costumbre. Para ser un evento en el día de sant Esteve (día de los canelones) este festival resulta ser un esencial si lo que se quiere es despejar de la resaca navideña y las reuniones familiares típicas de estas fechas.

La cita era a las 20:30, ya de por sí un horario tardío si hay que tener en cuenta la cantidad de bandas que se presentaban y que al otro día había que volver a currar. Más puntual no pude haber llegado, tan solo un puñado de personas esperaba fuera a esa hora, con la persiana del local a medio bajar. Fueron llegando más personas a unirse a la cola y no fue hasta las 9pm que abrieron, hasta las 9:30 no enchufó la primera banda, los PIZZA O MUERTE.
Para comentar las actuaciones de las dos primeras bandas no me tomaré mucho, porque no me han dado muy buena impresión. Comprendo que tras presentarse en directo por primera vez, como en el caso de los PIZZA O MUERTE, puede no quedar la mejor opinión por todas las cuestiones que eso implica: no tener suficiente repertorio, que surjan imprevistos propios de la falta de experiencia, nerviosismos varios, etc. Soy consciente de que muchas bandas en sus principios apestaban y después acabaron siendo la hostia (y de corazón espero que a los PIZZA O MUERTE les pase eso) pero lo que mínimamente se exige, como público, es que estén bien ensayados, cosa que en apariencia no estaban. La propuesta que quisieron presentar los PIZZA O MUERTE con poco éxito es repasar el sonido punk grungeado de los 90´s, como Sonic Youth, los primeros Smashing Pumpkins o Weezer con temas propios. Punto y aparte (y menos mal que tenían Turia en la barra)
Sobre los PATATA Y BLEDA podría explayarme de la misma manera sobre la falta de ensayo de la baterista, o su poco conocimiento del instrumento. Son una banda que ha tocado en directo anteriormente, y es algo que sobrepasa mi entendimiento: porque con un estilo cercano a QOTSA, con temas propios, bien cojonudo sonaría el dúo si en los parches estuviera alguien a la altura del responsable de las cuatro cuerdas, que se ha robado el show con virtuosismo y presencia escénica.
Para cuando EL DIABLO DE SHANGHAI iban a comenzar estaba pidiendo a los entes universales que fueran mejor que los anteriores y me desclavaran de la barra (y de las Turias) con la motivación suficiente para querer tomar alguna foto. Ya de buenas a primeras me cayeron bien por la juventud y las pintas: el guitarra y cantante salió vestido con una toga negra de universitario egresado, el bajista con unos pantalones mod bien molones y el batería como Pete Townshend en Woodstock. El sonido y concepto de la banda es el bien conocido desde fines los 70´s, que sentaron las bases del power pop/ new wave/ indie como los primeros Blondie, Television y la camada del CBGB´s, que bien supieron reavivar a principio de los 2000´s The Strokes y demás. No me extraña que un grupo de jóvenes menores de 25 años quieran sonar igual o parecido, es un sonido limpio y fresco que aún hoy parece no envejecer después de +40 años, y que tal vez alguna vuelta de tuerca se le pueda dar para reavivarlo en los charts. Sonaron muy bien EL DIABLO DE SHANGHAI, con mucha actitud arriba del escenario y con ganas de hacernos pasar un muy buen rato. Lo que lograron.
Cerca de la medianoche arrancaron los MARAGDA, banda de Stoner/ Prog de Barcelona que tenía muchas ganas de ver en directo por la muy buena impresión que me dieron escuchando su material. Mezclan esos dos estilos con asertividad, creando desde pasajes instrumentales oníricos y virtuosos propios del Prog para cortar a guitarrazos densos llenos de intención de hacernos levantar los puños, o hasta mover las caderas con pasajes de power pop. Los MARAGDA sonaron aceitados, contundentes y psicodélicos. Son una banda versátil a la hora de componer canciones, que pueden llegar a todo tipo de público rockero. Para muestra solo hay que escuchar su álbum homónimo y estar atentxs por si tocan y te queda cerca, para vivir la experiencia. Son puro disfrute.
Los UDOL subieron al escenario y el haber programado el festival para que arrancase tan tarde pasó factura. De un lleno completo al comenzar, quedamos menos de la mitad del aforo a esas tantas de la medianoche. Pero estaba claro desde el comienzo que hubo distintos públicos que seguían a las distintas bandas que participaron, por lo que para el show de los UDOL habíamos quedado en pie lxs que veníamos a verles o lxs que a la mañana siguiente no tenían que levantarse pronto para dar el callo. Roque y Adrià están en esto de hace bastante tiempo y saben (y sabemos) que asistir a un concierto de UDOL vale oro, por la calidad con la que ejecutan su música y por lo exclusivo de asistir a sus escasos shows. Son dos músicos virtuosos y con las ideas claras: Stoner/ Doom épico, con letras que le cantan a las brujas y diablitos de la mitología catalana en su propio idioma. En eso de cantar Adrià se lleva la palma, no me imagino mejor cantante para acompañar a las atmósferas sacras que crea Roque con su buen hacer en la guitarra. Pone los pelos como escarpias adentrarse por un momento en ciertos pasajes de su música donde te puedes perder entre entonaciones gregorianas, épica mística y paredes de sonido distorsionado. Fue un auténtico placer verles de nuevo.
Así fue el CANELONI FEST de este año, según mi opinión, donde se pudo disfrutar de distintos estilos y niveles musicales. Como apunto al principio de la crónica me queda felicitar y alentar a Helena a que siga con las ediciones del festival y de todos los proyectos que se proponga. Necesitamos más personas como ella para sacar adelante la cultura en esta parte del mundo. Ciertamente la única pega que pude encontrarle a la organización del festi fue la del horario, porque en mi caso en particular me fue dificultoso volver a las tantas desde Sabbathell a la república de Sants y no voy a explayarme sobre el periplo para lograrlo. Quedó apuntado en el anecdotario personal para la posteridad. También me queda por agradecer a los responsables de VA DE MÚSICA por la muy buena onda y por haber tenido en cuenta la sugerencia en otra crónica de corregir la disposición de las luces para mejorar la calidad de las fotos y vídeos que se puedan hacer en los directos.
Feliz Año Nuevo Para Todxs
Seguimos…