En el ecuador de su tour y recién llegada de su concierto en Valencia, Yelle aterrizaba en Barcelona tras su paso por la ciudad condal en junio, en el Festival Sónar. El referente del electropop francés sería uno de los últimos nombres para concluir el 14 aniversario de Razzmatazz, que finaliza la semana que viene.
Su tercer y nuevo álbum, que salió el 30 de septiembre, prometía un cambio en cuanto a madurez y evolución del grupo, tal y como nos contó en la ENTREVISTA que le hicimos hace unos días, algo que constatamos en directo. Ante una sala desbordada de gente, Yelle dio inicio a su actuación a eso de las dos y media, con un atuendo de lo más original y con los que reforzaría sus movimientos y bailes durante la siguiente hora y media. Muy involucrada con su público, decidió cantar «Je veux te voir» al inicio de su sesión – después de Ba$$in, incluído en su nuevo disco Complétement Fou– su primer tema que la lanzó a la fama.
El juego cambiante de luces tampoco se quedó en un segundo plano uy acompañó a la francesa en sus coreografías casuales iluminando los neones de su brillante y colorido vestido. Un detalle que parece una tontería, pero terminó siendo crucial para cuajar una actuación redonda. De hecho, Julie se cambió de ropa durante el concierto y eligió un vestido amarillo-pollo de neopreno. Muy futurista, pero coherente con su estilo.
Entre temas nuevos (que muchos ya se sabían) dejó caer «Á cause des garçons«, de Pop Up, muy bien recibida; también uno de los temas por los que más se la conoce. Ofreció un espectáculo singular, bailó de una forma muy espontánea y «experimental» (tal y como nos explicó) y fue original en algún «número» que se marcó, como el de coger una bola de discoteca y jugar con los reflejos de la luz, absorbiendo los cinco sentidos de todos los que nos encontrábamos ahí (camareros inclusive).
Para salir por la puerta grande, cuando todos pensamos que el espectáculo había finalizado, decidió culminar su performance con el primer single de su tercer álbum (donde ha colaborado con Dr.Luke) «Complétement Fou«. Y completamente locos fue como nos dejó. Una Yelle muy cercana, como es conocido, que no cesó de agradecer al público su asistencia, se despedía con movimientos eclécticos, con un juego de percusión y con un desmelene a escasos pasos del público. Con su vestido amarillo. Y su radiante sonrisa.