«Esta ha sido la primera vez que pudimos sumergirnos 24/7 en el estudio de grabación»
Rob McWilliams

La banda de Salem REZN vuelven a la carga tras un par de años de valiosa espera. Honestamente no me di cuenta de la publicación de un par de sencillos suyos en febrero y me vi la llegada de este larga duración encima.
El álbum se llama Solace y deseo que esta banda se forje un espacio en el doom de USA. Fundada en 2017, un servidor no era consciente de su existencia hasta que los encontré en el canal de youtube Audiotree Live. Andaba buscando algunos conciertos de doom en vivo y fue la primera opción sugerida. Este canal graba conciertos de bandas en directo en diferentes espacios, normalmente un estudio de grabación que pueda albergar una banda completa, pero en esta ocasión el directo era en el bosque, había humo… pinché y efectivamente esta gente le da al doom con toques psych y atmósferas flipantes.

Al principio ocurrió lo que es costumbre en mí, fue una obsesión por un mes y medio aproximadamente, escuché y reescuché los álbumes. Tienen varios directos publicados en Spotify, un material bestial. Los temas me impregnaron, sus melodías resonaban en mi cabeza, así que esperaba otro disco con ansia. Y no me decepcionaron en absoluto. Las pistas de este nuevo álbum fueron grabadas en julio de 2021 en el estudio Earth Analog (Tolono, IL), mezclado y producido por Matt Russell y masterizado por Zack Weeks en God City Studio (Salem, MA).

En la primera escucha fue un trip intenso, han alcanzado un nivel de control en sus partes mántricas que es demasiado. Me pareció super continuado, como si no hubiera grandes pausas entre los temas pero si grandes modulaciones y cambios en sus dinámicas y sus mensajes. Entre los tres primeros temas me cautivaron y llevaron a otro universo. Me encantaría saber cómo están afinados, en todo caso graves pero el caso es que entre los sintetizadores y sus ambientales me suenan agradables cual banda de space rock. Tengo la impresión de que estilísticamente hablando están mas experimentales que nunca, pasando de cánones y yendo mas a lo suyo. Según mi parecer están en ese punto en que, si siguen rodando por ahí, en el siguiente disco harán algo impresionante.
El primer tema, Allured by Feverish Visions es perfecto para iniciar este disco tan espacial y melancólico. Hay flautas, hay reverberación a fondo y un carisma de banda increíble. Me encanta como van introduciendo las guitarras y la intensidad dinámica con fade-in y las distorsiones acoplándose con los amplificadores. Esto en directo, incluso para iniciar un espectáculo tiene que ser épico, con mucho humo en la sala, un volumen considerable… Así que, si se me permite una petición personal, que en un año los traiga a la península.
Possession empieza en un compás 7 por 4 que me sorprendió viniendo de ellos y su normal lentitud en 4 por 4. Y en este punto, porque ellos están en están menos ortodoxos que nunca, empiezan esas vocales tan características de su guitarrista y vocalista Rob McWilliams. Me encanta como destacan las voces en este disco y su harmonía oscura. Las vocales van transportándose por el stereo de un lado al otro con ecos que nos llevan a ese lugar que tanto nos gusta, pillinxs. Aunque eso sí, tras un rato de mantra van soltándote heavy riffs rompenucas.
Y empieza Reversal, mi favorito, un temazo pesadísimo que me encantó y me encajó en este punto del disco. Con ese toque menor las voces a veces me recuerdan a una mezcla extraña entre Ozzy Osbourne y el vocalista de Tame Impala. Espero no ofender a nadie, que no soy muy papista y doy espacio a muchos estilos distintos. Se mantienen pesados durante gran parte de este tripazo de casi ocho minutos. Unos riffs muy Space Slug en algunos puntos, aunque a veces estas comparaciones son complejas por la proximidad entre grupos en el tiempo. Estos dos últimos temas son los singles publicados a finales de febrero de los que hablaba.

Y empieza Stasisa a riff abierto, con un carisma más Stoner y así empieza otro temón de siete minutos largos. Con unas melodías muy icónicas me da la sensación sonora de que ocupan un 99% de las frecuencias entre cuatro personas. En este tema me di cuenta de lo que me gusta el vocalista y como empaca su voz en la banda. En otros discos estaba más hundida en la mezcla. En este tema hacen alarde de control del tempo bajo y los fuzz, llegan a sonar realmente duros para luego dejarte flotando en el espacio antes de seguir con el viaje que es este disco.
Y casi conectados empieza lo que yo interpreto como la balada del disco, Faded and Fleeting. La banda nos ofrece ese rollo espacial entre delays de guitarra, modulaciones en la voz y sintetizadores suaves muy correctamente mezclados. Y es aquí cuando aparece el sello de la banda, ese saxo a lo Pink Floyd que ha acompañado a la banda durante su carrera.
El último tema Webbed Roots vuelve a ser un mastodonte de casi ocho minutos. Demuestran otra vez que están buscando nuevas sonoridades y un rollo más personal, sin esquemas. Unos riffs más interesantes que nunca y unas voces maravillosas muy trabajadas. Me pareció un tema muy adecuado para finalizar el disco con una atmósfera infernal tras una explosión de fuzz y blastbeat.
Me convence mucho como han trabajado el sonido y es que, buscando un poco más en su infografía, ellos mismos comentaron que han podido dedicar mas horas al estudio. Y efectivamente creo que les ha valido la pena esperar un poco para publicar este álbum tan diferente que tendrá una buena acogida en su actual gira norteamericana.
