La cosa prometía desde el primer momento. Mi amigo Ferran se había comprado la entrada y de nuevo mi amigo Jordi se apuntaba a un domingo de Stoner en la sala Wolf de Barcelona con dos bandas nuevas, Stöner y teloneando, Slomosa. La primera se adueñó del nombre del género cuando fueron parte de Kuyss, Queens Of The Stoner Age o Fu Manchu. Y es que esta banda de california la componen Brant Bjork y Nick Oliveri, Stoner en estado puro.
El simio de la puerta me dice que las puertas abren a las ocho y Slomosa actúa a las nueve. Casi no me da tiempo de fotografiarles por la mentira del cabeza hueca que desgraciadamente será protagonista en la parte final de esta crónica.
Pues eso que a las nueve entramos y Slomosa esta en el escenario repartiendo Desert. Una mezcla de todas la bandas del imaginario Stoner son los noruegos. Es curiosa la relación entre el frio norte de Europa con este género musical. Truckfighter, Kadavar, Asteroid, Greenleaf y una larga lista de bandas son vanguardia de esta música que nació en EEUU y esta asociado al calor del desierto.
Solamente tienen un álbum ‘Gatefold‘, y es un disco totalmente canónico que recuerda muchísimo a la banda de Josh Homme en sus inicios. Lejos de parecer una mala crítica, la banda suena a lo que suena, y suena genial. Tienen un Feeling tremendo en el escenario y han conseguido hacer mas de lo mismo y estar subiendo como la espuma. Gira Europea con Stöner y además han actuado en el Kriston Fest en Madrid y en el prestigioso Desert Fest de Londres.


Desde que me enteré que Brant Bjork se juntaba con Nick Oliveri para formar una banda llamada Stöner, esperaba deseoso de ver que hacían estos dos con tal pretencioso nombre. Con el video de Mojave y posterior lanzamiento de ‘Stoners Rule‘, tuve la sensación de escuchar un nuevo álbum de Bjork pero con el aliciente de Oliveri. A mi me encanta Brant Bjork en solitario por lo que no me molestó. Este mes de mayo lanzaron ‘Totally…‘, y veo que Oliveri es mas protagonista y tienen canciones mas punkarras. En el merch llevan una camiseta de Hendrix y otra de Sid Vicius con la cara pintada a lo Kiss. Es una analogía perfecta de lo que son.

No es la primera ni será la última vez que veo y veré a estas leyendas del Stoner en directo, y para nada me sorprendió ver como alimentaron de música a los allí presentes que, ya calientes con Slomosa, gozamos de un tremendo directo de los de Palm Desert. La calidez y simpleza con la que Brant Bjork toca una Ibanez tipo Sg, mezclado con la vintage y Hendrixniana composición de amplificador Marshall Plexi, mas dos 4×12, hacen que podamos viajar a los insustituibles años setenta y ver un concierto como los de le época.

La canciones de los dos Lp de estas leyendas del Rock cogen la dimensión que merecen en directo. Suenan con la saturación y contundencia que un grupo de Stoner debe de ofrecer, es allí donde Oliveri se hace grande. Además, poder ver a estos musicazos, dándolo todo, en una pequeña sala de Barcelona, es todo un lujo para los amantes de la música. Sientes que ahí arriba, están siendo ellos mismo y te están regalando nada menos que un pedazo de vida.


Acabaron la actuación tocando las maravillosas canciones de Kyuss, Gardenia y Green Machine donde el publico enloqueció. Incluso un tipo subió al escenario, saltó, volvió a subir, abrazó a Oliveri, Un Oliveri sonriente de ver como disfrutaba el publico, y volvió a saltar. Es aquí donde vuelve a entrar el simio que me hizo llegar tarde a Slomosa y prometí que seria protagonista de esta crónica.
El ilustrado sintió que le estaban faltando al respeto y cogió del cuello a nuestro amigo saltador de escenarios y con una violencia desmesurada se lo llevaba hacia las puerta, lo quería echar de la sala.
No lo permitimos!. varios agarraron al segurata, yo me paré frente a él y pude sacar su asquerosa mano de la camiseta del saltimbanqui que se liberó y escabullo entre la gente que disfrutaba de Gardenia.
Un concierto de Rock es un canto a la libertad. Los que allí nos congregamos somos seres hartos de imposiciones y hacemos de la música un canal de expansión sensorial donde reivindicamos el derecho de vivir, y vivir como queramos. No va a venir un segurata analfabeto a joderle la noche a uno de los nuestro. Apúntenlo propietarios de las salas.