Fotos: Primavera Sound
Foto destacada: Whitney (por Garbiñe Irizar)
Ser cabeza de cartel lo es todo. No nos engañaremos; no es que sea el anhelo de cualquier artista cuando arranca su carrera pero llegar a esas cotas de responsabilidad resulta todo un premio y un peso que hay que saber gestionar. Un evento de la magnitud de Primavera Sound sabe perfectamente por qué una banda u otra merece encabezar su line-up. Habrá voces que critiquen esa decisión o consideren que la valía de según qué banda no está a la altura para hacerlo. Ahí prevalece la faena de los programadores. ¿Se la juegan? No lo creo. Y prueba de ello es, por ejemplo, el concierto de hoy de The xx. Una banda que a priori puede ser tachada de simplona; sobria, tranquila; monótona… La demostración ha sido directa y sencilla. Romy, Jamie y Oliver se han encargado de poner los puntos sobre las íes con un directo apabullante y sin fisuras. Rompiendo con cualquier falsa expectativa y firmando uno de los mejores conciertos en lo que va de festival. La sorpresa del día la protagonizaron Mogwai con un concierto #Unexpexted en el área Bacardí.
Si ayer nos temblaban las extremidades, hoy era día de baño y masaje. Algo necesario para cuerpo y mente, teniendo en cuenta la batalla librada el día anterior. Whitney abrió fuego con uno de los directos más sinceros e íntimos de la jornada. El grupo de Chicago, liderado por Max Kakacek a la guitarra y Julien Ehrlich, curioso frontman en las voces y sin moverse de su batería. Cuesta ver bandas que gestionen así los roles. Y a nivel artístico pudimos ver como hilvanar buen indie pop sin rayar la excesiva sensiblería. En ese sentido Whitney ganó la partida a los prejuicios, además de contar con la soberbia presencia del polifacético y divertido Mac DeMarco, quién después demostraría el porqué de su apabullante triunfo; el chico regala un rock divertido y afable a la par que aliña sus actuaciones con excentricidades varias. Por ejemplo, desnudarse; o como hizo hoy, depilarse el pelo del pecho con la ayuda de un mechero. Esto solo lo puede hacer él.
Menos tranquilos los Descendents, que encaraban un directo arrollador. Pocas palabras y speech tan o más rápido que su ejecución de un punk sureño que encendió a las masas. Pese a su dilatada carrera (30 años en liza) y sus 6 álbumes de estudio, los californianos se comieron el escenario Primavera con un setlist generoso y plagado de temas tan breves como intensos. Pero antes de ver a los Descendents sacamos la cabeza por el Ray-Ban, donde actuaba el joven talento del R&B Sampha, que demostró su pericia ante un escenrio totalmente desbordado. Un lleno con el que no contábamos pero que tampoco mermó las posibilidades del británico.
El concierto más multitudinario era el de The xx. Se mascaba el llenazo y la expectación era suma. Romy, Oliver y Jamie se disponían a demostrar porqué tienen que ser cabezas de cartel de este, y de cualquier festival que se propongan. Sus melodías, en apariencia simples – sobre todo en términos compositivos- contrastaron con la voz indicada en el momento oportuno; la luz enfocando lo que debía y la conversión del silencio en arte como parte latente de su show. Setlist generoso con apertura maravillosa de la mano de «Say Something Loving» y «Crystalised«; luego cayeron perlas de ayer y hoy como «VCR«, «Infinity» o «Dangerous«. También le ‘robaron’ «Loud Places» a Jamie. Puntazo. Un directo tan apacible como disruptivo, por lo que estábamos acostumbrados a ver; más percusión que nunca y más ritmo en detrimento de la excesa solemnidad que les caracterizaba.
Menos suerte tuvieron Run The Jewels. Empezaron de manera inmejorable, sampleando al We Will Rock You de Queen pero luego se perdieron en un mar de estrofas sin alma. Poco transmitieron una de las grandes perlas del rap que configuraban el cartel de este año. Y Jamie XX más de lo mismo; es cierto que se le ataca muchas veces por el hecho de hacer dj set cuando debería estar pespunteando un live de arriba abajo. Temas (incluso temazos) los tiene. Todo pintaba de maravilla cuando abrió con un edit de su «I Know There’s Gonna Be (Good Times)», un par de mezclas de house clásico y algo de disco antes de empezar a descuadrar temas. Lo suyo no es pinchar. Por muy buena que sea la selección, la destreza es caudal y Jamie la concentra toda en el estudio.
Un último esfuerzo para ver a Kelly Lee Owens pinchando en el escenario ‘The Backstage» y un final algo truncado con la marabunta humana en el directo de Flying Lotus. Electrónica más bien sosegada que concentró la mayor parte de su interés en el terreno visual.
Todo el mundo salió algo men0s exhausto que en el día de ayer y muchos recogieron pronto viendo el tremendo banquete que Primavera Sound 2017 tiene preparado para mañana.