Fotos: Xarlene y Eric Pamies – Primavera Sound
La segunda velada de Primavera Sound 2016 se antojaba como la más fuerte del festival. No hay que darle más rodeos. Ni hacer cábalas buscando los porqués de tanta afluencia. La culpa la tenían Radiohead. Ocho años sin verles el plumaje por Barcelona. Quedaba confirmado que iba a ser un día de pasión de multitudes en el Parc del Fòrum.
Para apaciguar los ánimos había 2 propuestas muy sabrosas. Por un lado teníamos la frescura y desparpajo de Savages. Un directo muy movido y multitudinario que arrastró a más gente de lo esperado en el escenario Ray Ban. Las brit-girls presentaban ‘Adore Life‘ ante un público mucho más entregado que el de 2 años atrás. Repitieron con nota y se dieron un baño de masas con stage surfing de Camille Berthomier incluido.
Gente activa. Gente encendida. Unos optaron por mantener la llama de la energía y se fueron a por choripán y papas con salsa. Nosotros preferimos ver a Beirut en acción. Tan solemnes como siempre. Tan señoriales como de costumbre. Le dieron ese toque provenzal, a veces balcánico y a otras azucarado. Volvieron a bordarlo. Sacaron sonrisas y miradas cómplices con sus ‘Nantes‘, ‘Santa Fe‘, o ‘No, No, No‘. Un receso sosegado. Perfecto para preparar cuerpo y mente para el plato fuerte de la noche.
8 años. Nuevo disco bajo el brazo y 2 horas de concierto por delante. Thom Yorke y los suyos volvían a besar suelo barcelonés. Y lo hacían con un directo que se preveía tan mítico – por el esperado setlist – como místico por la manera en que nos lo iban a entregar. 120 minutos dan para mucho y ahí hubo cabida para todo. Inicio con ‘Burn the Witch‘, el mejor tema de ‘A Man Shaped Pool’ y equilibrio de grandes temas con novedades. Brillaron con especial luz ‘No Surprises‘, ‘Everything in its Right Place‘ o ‘Karma Police’ y ‘Paranoid Android’. La pena fue que el sonido no fue demasiado potente. Los menos valientes que quedaron rezagados ante la marabunta total se quedaron con ganas de más. El soundsystem es impecable pero no llegó a cotas esperadas en esta ocasión.
Repaso exhaustivo a su discografía y una buena acogida a su nuevo disco en formato directo. Cierre colosal con ‘Creep’, y fin del sueño vivido durante dos horas de nervios, pasión y devoción.
La euforia se apoderó del gentío. Aunque el circo no paraba. Duro dilema y desdoblamiento de redactores para ver a The Last Shadow Puppets y Animal Collective. Solapados.
La nada extraña pareja formada por Alex Turner y Miles Kane presentaban nuevo trabajo, ‘Everything You’ve Come to Expect’ y lo cierto es que sonó de maravilla. El indie macarra de los Last Shadow Puppets se apoderó de un público esencialmente joven. Quizá el más teenager que vimos en todo el festival. La figura de Turner es una especia de tótem músico-sexual. Objeto de deseo de zagalas que no llegan a los 20. Y él lo sabe. Algo desaliñado y especialmente divertido. Sudaron el alcohol ingerido en la previa y lo bordaron. Sonó todo lo que tenía que sonar. ‘The Age of the Understatement’, Calm Like You o nuevas y celebradas creaciones como ‘Bad Habits’ o ‘Aviation’. Se desvestían. Se pedían clemencia. Se abrazaban. Todo ello ante la fría y espectacular ejecución de un cuarteto de cámara con el que sublimaron un directo de por sí trepidante.
Del macarrismo al culto abstracto. Animal Collective volvían al festival logrando reunir a puristas, a nuevos fans y a despistados. Un directo llevado al límite de la psicodelia. Voces que se perdían en el infinito. Sintes joviales a la par que transcendentales. Del más allá. Esencia electrónica. Nada apto para el baile; perfecto para la calma y la liberación. Pararse a escuchar y dejarte embriagar por las melodías y los sintetizadores reverberados hasta la extenuación era necesario; también quimérico. Una pena que el público aprovechase para dialogar y perderse durante el trance.
El seísmo se venía. Otros que llevaban más de una década fuera de órbita. The Avalanches llegaban para revivir ese espectacular disco debut ‘ Since I Left You‘. Aunque para ser justos, pese a la gran calidad y talento de orfebrería de los australianos, la ejecución no fue lo mejor de la noche. Los constantes defenestres acústicos mancharon una buena concatenación de temas con la mitad de público estuvo entregado y la otra mitad luchando contra el sueño.
Un set que incluyó Frankie Sinatra, el primer single presentado por la banda y Subways, otra pieza de lo nuevo que nos van a traer tras 16 años de letargo.