Fotos por Eric Pàmies – Primavera Sound
La inauguración oficial de Primavera Sound 2016 se cerró ayer con una multitudinaria y generosa presencia de público dispuesto a echarse a la espalda 12 horas de música y disfrute a partes iguales.
La oficiosa presentación del certamen barcelonés el miércoles sirvió para limar detalles y palpar las ganas de la gente. Suede había dejado el listón muy alto en la primera de las 4 veladas oficiadas en el Parc del Fòrum y las piernas -y los gaznates- estaban listos para el primer día de festival.
Los encargados de amansar –o disparar- el humor de los miles de asistentes sabían lo que se hacían. Se optó por un jueves de menos baile del previsto y más abstracción y viajes interestelares. Hubo rock, y del bueno, hubo mucho pop y primó la psicodelia Premium.
La pausa y el amor que pusieron Daughter a primera hora quedó contrastado con la primera travesía espacial. Normal. Este Primavera va de cohetes, de naves y de chutes intergalácticos. Los comandantes de la tripulación eran los Air. Y con ellos vivimos experiencias más trepidantes y distendidas.
Floating Points también quería darnos un paseo. Pero de otro tipo. Su faceta como productor sorprendió a todo tipo de mentes que donaron su cerebro a la ciencia por unos minutos. No quisimos perdernos el lisérgico show de Explosions in the Sky. Ambrosía para los sentidos y abstracción por los cuatro costados. Con ello tuvimos una hora de trance para retomar fuerzas para encarar el tramo más enérgico de la noche.
Protagonistas totales. Los australianos Tame Impala. Quizá una de las dos actuaciones más esperadas de todo el festival. Los de Perth hilvanaron un concierto casi perfecto. Todo fue rodado. Los visuales; la interpretación, llana, sí, pero impecable; la puesta en escena… Y el casi, es ‘casi’ por la desconexión súbita del equipo de sonido. Un frenazo lleno de dudas y fe que terminó en final feliz. Un repaso exhaustivo del último disco “Currents” y despliegue de su arsenal de temazos (Elephant, Feels Like We Only Go Backwards, Let it Happen o The Less I Know The Better).
El gran retorno de LCD Soundsystem también acaparó la atención de un público que ya empezaba a tiritar. Quizá por ello, las energías menguaron a la hora de bailar los imparables hits como “Daft Punk Is Playing At My House”, “Tribulations” y “All My Friends”. No por ello fraguaron uno de los grandes conciertos de la jornada.
Neon Indian era el encargado de nutrir esos cuerpos y mentes hastiados. Y lo logró dándonos acceso a su nave nodriza particular. Un Alan Palomo soberbio, dialogante y dicharachero se ganó el público a la primera. Todos quedamos presos de sus delirantes y ultrasónicos sonidos que se transformaban con sintetizadores de todo tipo. Un cierre digno para una jornada inaugural repleta de viajes astrales.