Nos reunimos con Odio París en la sala Sidecar de Barcelona unos minutos antes del concierto que supone el fin de la gira de Cenizas y Flores, el último LP de los barceloneses. En esta conversación, tuvimos la suerte de hablar con ellos sobre el vendaval sonoro, las peripecias de la vida y curiosos vecinos.
-Han pasado ya 5 años de silencio discográfico desde vuestro disco debut “ Odio París ” (El Genio Equivocado, 2011), hasta este nuevo “Cenizas y Flores” (Mushroom Pillow, 2016), un gran lapso de tiempo para cualquier grupo en nuestro país. Contadnos, que habéis estado haciendo durante todo este tiempo?
Bien, los dos primeros años estuvimos girando con el disco, el tercer año estuvimos metidos en un par de recopilatorios, realmente con la calma. Para el cuarto ya empezamos a componer las canciones de «Cenizas y Flores«, el problema fue que se dilató todo, la grabación duró un año, cambio de sello, cambio de bajista… Aparte de esto, Oscar (guitarra) fue padre. ¿Que podríamos haberlo sacado antes? Sí, pero no ha podido ser.
-Me gustaría saber un poco como os conocisteis. ¿Cómo fueron vuestros inicios en la banda? Y ¿Como surgió un poco la química entre músicos?
Bueno química no hay (risas). Con Jaume (batería) y con Oscar hace muchos años que nos conocemos y teníamos otra banda antes de revival mod. Poco después, nos cansamos un poco del rollo mod, porque era muy limitado, y teníamos ganas ya de comprarnos pedales y explorar un poco nuestros límites. Y luego Pedro (bajo), vino más tarde, hace tan solo dos años.
-(A Pedro) ¿Y como empezaste tú?
Me llamaron para probar, y yo quería entrar desde hacía tiempo en un grupo. Conocía al productor de su disco, que me recomendó. Fui a un ensayo, vimos que teníamos química, nos caímos bien y desde entonces han ido genial las cosas.
-¿Qué ha cambiado en estos cinco años? Tanto en lo estrictamente musical como en el terreno más personal…
En nuestro sonido hemos tirado por algo más electrónico, con más capas. Con el primer disco hicimos una auto-producción, nos molaba el rollo Lo-fi y siempre estábamos comprándonos pedales de segunda mano, para ver qué sonaba más Lo-fi. Lo grabamos en directo con toda la banda, luego íbamos pinchando pistas y poco a poco fuimos realizando el disco íntegramente por nuestra cuenta. Para el segundo, queríamos todo lo contrario, queríamos un productor, alguien que nos exprimiera en el estudio y sacara un sonido más limpio, luminoso e introducir más secuencias, teclados…
A nivel personal, uno es padre, llevamos más años encima, nos hemos hecho mayores, nos han pasado cosas buenas, cosas malas…Sin embargo estamos en un punto en el que tenemos una muy buena relación, yo diría que mejor que nunca.
-Claro esto es un poco lo que vi a nivel musical, un tratamiento mucho más grandilocuente respecto al primer disco. Entonces, como definirías la producción de «Cenizas y Flores»? Hay menos ruido y más melodía?
Realmente está lo que estaba antes, sin embargo hemos añadido cosas, el muro del sonido, todo es más compacto, se entiende mejor. El hecho de agregar secuencias lo hace todo más fragmentado y unitario a la vez. Queríamos tener la sensación que se siente al grabar un disco producido, y eso es lo que descubrimos como banda..
¿Tenemos que sonar shoegaze?
-¿Y que tal la relación con el sello (Mushroom Pillow)?
La verdad es que genial, mejor de lo que preveíamos en un principio. Pensábamos que al entrar “tarde” iríamos a la cola de todos esos grupazos que tienen (Triángulo de Amor Bizarro, Belako, La Habitación Roja..), no es que no lo estemos (risas), pero la verdad es que nos trataron como a un grupo más.
-En el panorama musical actual, existe la tendencia de etiquetar todo aquello que sale. ¿Como encaja esto en vosotros? Porque de algún modo, vosotros también habéis sido víctimas de esto, ya que os han tildado de indie pop y shoegaze. ¿Como lo lleváis?
Esas dos etiquetas las acepto, no obstante, que nos tengan como un grupo de shoegaze exclusivamente nos condiciona un montón. ¿Tenemos que sonar shoegaze? Y ese es un poco el planteamiento, a lo mejor no, a lo mejor en el tercer disco vamos a recortar muro del sonido y quizá no haya muro del sonido. Lo que si es cierto es que a mi me va hacer noise, personalmente, pero si que nos gustaría desencasillarnos porque en nuestras influencias hay mucho más que simplemente shoegaze.
-Volviendo al gran espacio que supusieron esos 5 años, y teniendo en cuenta que vuestro debut tuvo mucha resonancia y fue ampliamente elogiado, ¿sentisteis algún tipo de presión?
Sí, cualquier grupo que saca un segundo disco se expone a este tipo de presión, y sobretodo si lo petas tanto con el primero. Y realmente somos conscientes de que ha hecho daño, pero sería peor que no estuviéramos, y aquí estamos. Pero para el tercero no vamos a tardar cuatro años, de hecho ya estamos empezando a plantearlo.
-Quería hablar de influencias, ya que como hablábamos antes, se os ha etiquetado como sucesores de Ride, Cocteau Twins, Jesus And Mary Chain, el c86…De alguna manera me gustaría que me dierais vosotros grupos que ayudan a favorecer y enriquecer la iconografía y el imaginario de Odio París.
Bueno, es complicado, ya que nos movemos mucho por épocas, últimamente estamos muy metidos en Diiv, Beach Fossils y otros grupos de Captured Tracks, como Wild Nothing. También nos gusta mucho Beatenberg, una banda sudafricana de twee-pop que no tiene nada que ver con lo que hacemos pero me encanta.
-¿Os gustan las Mourn?
La verdad es que sí, el otro día escuche un single suyo, ‘Gertrudis’, ya que he estado muy fuera del fenómeno Mourn, y me encantó.
-Contadnos como fue participar en el recopilatorio tributo a Daniel Johnston, la historia, como surgió…
Fue a través de un par de chicos granadinos que se lanzaron a hacer este recopilatorio a través de una editorial llamada Ondas del Espacio. Eran gente que nos seguía y nos propuso hacer esto, y la verdad que todo un placer. Luego fueron ellos también los que sacaron un recopilatorio de versiones de Los Planetas, y con los recursos que tienen, sacan cosas maravillosas. Y nosotros muy contentos, a la gente le gustó mucho la versión que hicimos.
-Y conocisteis a los grupos que participaron ahí? El Último Vecino etc…
Si los conocemos? Bueno esto es divertido porqué Gerard es vecino mío (risas). Estaba un día pintando el piso, con Tu Casa Nueva (Canada, 2014) a tope, salgo a la ventana a fumarme un cigarro y veo a Gerard ahí, y me dio mucha vergüenza. No nos conocemos personalmente más allá de saludarnos y eso, pero nos mola mucho lo que hace.
-Como curiosidad personal, quizá vuestro hit más sonado es ‘Cuando Nadie Pone un Disco‘, single de vuestro debut. Es una adaptación de un poema de Pedro Casariego, me gustaría saber cual fue el proceso creativo que tuvo esta canción. (A Oscar, compositor de la canción).
Personalmente, lo descubrí a través de mi pareja y fue su vida y experiencia personal lo que mas me atrajo de la obra. Me parecía fascinante este poema, y escribí una adaptación basándome en un fragmento. Hablamos con la familia para pedir derechos y demás, y se mostraron muy excitados ante la propuesta.
-Después de girar con este disco, ¿qué planes tenéis a corto y a largo plazo?
A largo plazo, realizar el tercer disco lo antes posible, esa es nuestra prioridad, y a ser posible ganarnos un poco mejor la vida. En principio este es el último concierto de la gira, y para verano intentaremos ir a festivales y varios conciertos de verano, pero sobretodo nuestra intención es tirar del carro y sacar esto adelante.
-Muchas gracias.
Odio París llenaron y triunfaron en la Sala Sidecar de Barcelona minutos después de esta entrevista.