Fotografías: Mercedes Jiménez (album completo)
La segunda edición del Festival Cara-B era algo obligado tras el éxito de la primera, se ampliaba el cartel (y con él el precio de la entrada), convirtiéndose en un evento de dos jornadas bien repartidas musicalmente, y que, una vez más, conseguía una enorme asistencia sin dejar de lado la buena organización.
VIERNES 19 DE FEBRERO
Centrado en tres variantes artísticas relacionadas entre sí, la primera con la que nos topamos al entrar en la fabrica Fabra i Coats, era la audiovisual: en la antesala un proyector mostraba los videoclips presentados al concurso de este año, resultando ganadores Las Bistecs – «HDA» y Alfred García – «She looks so beautiful» (premio del público). Pero el primer día, sin tiempo para ello – las puertas se abrieron con cierto retraso y mientras tanto Baywaves, el primer grupo, salía a escena – pocos fueron los que se pararon inicialmente ante el proyector y mucho menos ante los carteles, otra de las variantes, que tomaron más visibilidad entre concierto y concierto.
Inaugurando el festival, Baywaves, joven grupo, desconocido por muchos, pero con un enorme gancho con su hipnopop sobre el escenario, que da a entender porqué otros festivales también los quieren entre sus filas (el Primavera Sound por ejemplo, como ellos nos recordaron). De similar nombre, pero con un poco más de surf en las venas, los siguientes en tocar fueron Beach Beach, que mejoran a cada escucha. Algún problema de sonido puntual se pudo apreciar en ambos conciertos, pero fue compensado con la calidad en el resto del set. La sorpresa del festival llegó con Le Parody, que hacía entrar en el cuerpo el baile con su folktronica, todo muy experimental: sintetizadores, saxo, bajo y ukelele ocasional. Los primeros en sorprenderse, ellos, ante una Fabra i Coats llena bailando a su son.
Gracias a la rápida dinámica del festival, menos de 15 minutos entre actuación y actuación, los platos fuertes de la noche llegaban sin apenas darnos cuenta, Extraperlo subía a escenario a las 21:05, los asistentes se apretujaban por primera vez y el grupo barcelonés abría con ‘No Me Toques por la Espalda’, canción de su recién estrenado disco ‘Chill Aquí’ con el que están de gira y del que no dejaron de sonar temas, sin abandonar los más antiguos.
Su concierto se hizo corto, rápidamente llegaron Los Punsetes, que a pesar de su estatismo sobre el escenario, el público se implicaba más que nunca, coreando y bailando sus canciones durante la hora que duró el concierto (‘Opinión de Mierda’ y ‘Arsenal de Excusas’ entre otras), locura desatada en algunos casos que aún así no conseguía que Ariadna se saliera del papel desviando su mirada perdida.
A pesar de la entrega del público, la verdadera fiesta llegó a las 23:30 con Yung Beef (PXXR GVNG), los platos substituían a la batería, el ocasional reggaeton al pop ,y los bailes subían al escenario, no sólo por parte del extravagante trío, también por los asistentes al festival que no dudaban en bailar junto a ellos, y más tarde con un final de fiesta de la mano de beGun dj set.
SÁBADO 20 DE FEBRERO
Sábado a las 7 de la tarde, por delante, un día diferente al anterior, con punk pop y garage, distinto, pero totalmente compatible en un mismo festival con los grupos del día anterior. The Saurs nos lo decían en su concierto: «El cartel de hoy está de puta madre». El primero en demostrarlo fue Sen Senra, su sonido fresco y a la vez lo-fi, hizo que en la sala, completamente vacía un minuto antes, se reunieran rápidamente los más puntuales y afortunados.
Tras Sen Senra, la locura sobre el escenario de The Saurs consiguió que su ‘Magic Shape’ fuese aún más potente y descarado, imposible no mover la cabeza al son de su música, y fascinarse con las poses de Engui, con las que resulta difícil no preguntarse un «¿pero consigue tocar así la guitarra?», si. Sea como sea, el trío consiguió un muy buen resultado y un final de concierto que llegó demasiado pronto.
Un problema de salud hacía que Betunizer saliese de la programación y fueran sustituidos por Juventud Juché, los siguientes en salir a escena; puede que el tocar tras The Saurs crease la ilusión de la pérdida de energía, pero aún así supieron defender su posición de última hora en el cartel, con temas de su disco debut, pero también con algo de lo que está por llegar este año, su segundo largo, nada mal.
Pero si hay un concierto que más de uno recordará (y no sólo por los moratones del día siguiente), es el de The Parrots, la palabra «locura» no es suficiente para describir el show que montó el trío madrileño. Comenzaron tras sus guitarras y batería, con su música como protagonista y unos «Feliz Navidad» y «Feliz Barcelona 92′» desubicados. Conocedores de lo mucho que la lían en sus conciertos, el público se impacientaba tras la tercera canción, seguridad se colocaba por primera vez en el foso y las vallas comenzaban a ceder. La normativa del festival impedía que ningún músico se lanzase al público, ante este contratiempo Álex tocaba el bajo al filo del escenario con provocación y Diego terminaba cantando junto a los de seguridad, que miraban impasibles la escena, intentando evitar que éste volviese a caerse al suelo intentando llegar hasta la multitud y fuese aplastado, algo de lo que por suerte, sólo sacará un par de magulladuras.
Como el día anterior, a las 23:00 h se retiraba la batería y se instalaba la mesa de mezclas. Anonadados se quedaron algunos cuando descubrieron que El Coleta era la excepción de esa jornada del festival: nada tenía que ver con lo anteriormente visto. Rap con temas de flamenco, versos imposibles centrados en su persona y que más de uno acompañaba, demostrando ser su concierto más esperado. Incapaces de dejar el show, Larry y Álex de The Parrots se disfrazaban de Guardias Civiles con tricornio y se paseaban bien firmes en las primeras canciones. Muy peculiar todo.
Guadalupe Plata cerrarían el festival bajo un ambiente oscuro rojizo propio de su estética, y devolviendo el rock underground, sin tantos zarandeos a pie de pista, pero demostrando su puesto como cabeza de cartel, ofreciendo un repertorio repleto de temazos.
Otro año, otro éxito para el Festival Cara-B. ¿para cuando el siguiente?