La vida es una película. Las distintas etapas están llenas de tantos significados y circunstancias como de géneros el séptimo arte. Ciertas vidas están cargadas de auténticos dramas como de aventuras, comedias, horrores y misterios. En lo que respecta a mi película personal, son muchas las veces que pienso estar inmerso en un guión de Woody Allen basado en un libro de Houellebecq, dirigida la cinta por Haneke (algunas escenas por Lynch) y musicalizada por Lou Reed. En lo que respecta a la realidad del mundo actual, creo que estamos de acuerdo en que vamos directo al escenario pre apocalíptico de Blade Runner o post de Mad Max si seguimos dejándonos deshumanizar como lo venimos haciendo desde que caminamos erguidos en dos patas y nos denominamos Sápiens. La tecnología se ha vuelto una necesidad impuesta y no un recurso que nos ayude a mejorar la humanidad. Más bien todo lo contrario. Y encima queremos conquistar Marte. ¿Creías que alguna vez llegaríamos a alcanzar el nivel ficticio de las películas de Sci Fi que nos molaban, y nos siguen molando? ¿No te causa escalofríos la reflexión que nos queda al salir del cine o después de ver cualquier capítulo de Black Mirror? La realidad supera a cualquier ficción, es la muletilla, y deberíamos plantearnos alimentar la ficción para no morir de asco con la realidad moderna.
Los que saben bastante sobre ciencia ficción, post modernidad y qué banda de sonido sería la ideal para musicalizar “La Fin del Mundo” y lo que quede de ello son las dos bandas que estuvieron presentándose en el ALMO2BAR de Joanic el pasado sábado. Un sábado que estuvo bastante movido en lo que respecta a propuestas musicales, con varios conciertos que se solaparon y que de alguna manera distribuyeron la asistencia del público heavy vernáculo, resultando el bolo en Joanic el perdedor en cuanto a aforo pero ganador en cuanto a propuesta, porque, créeme, haber presenciado las descargas de estas dos bandas ha sido toda una experiencia que por lo menos a mí me ha dejado reflexionando.
La propuesta de los MATOTE, la banda que arrancó la fecha, es la de un Prog con claros matices Doom/Stoner, completamente instrumental y lleno de pasajes auténticamente épicos, en donde el duelo entre las dos guitarras es la fuerza que tira del carro musical y que el resto de la banda: batería erudita, bajo omnipresente y teclado sideral, no hacen más que generar un sonido arrollador que bien podría musicalizar cualquiera de las entregas de Mad Max. Venían a presentar el aún vigente Adikia, single de veinte minutos de duración, y adelantar material de una nueva producción que en cualquier momento tendremos la ocasión de disfrutar en los medios de difusión habituales y en formato físico. Cabe destacar que el sonido post metalero de los MATOTE lo acompañaron con proyecciones de cine experimental clásico, como la cinta de culto “El Planeta Salvaje”, lo que hizo que la experiencia de verles en directo fuera casi inmersiva. Digo casi porque ya me gustaría verles tocar en directo en un recinto más grande dónde puedan explayarse en una propuesta multimedia completa.
En cambio cuando salieron al escenario los MEDUSSA la impresión fue distinta. Todavía completamente instrumentales como los MATOTE, los cántabros se dejan llevar por un Doom/ Stoner de guitarras gordas mechadas en ambientes progresivos y ambient inmensos. Venían a presentar su magnífico último Lp salido este año “Xibalbá”, en el que centraron su set list, tocando seis de los siete tracks que lo componen. Los de Santander están en esto desde 2012 y se nota esta experiencia en la presencia musical de la banda sobre el escenario, en la complicidad en directo entre los músicos del Line Up actual, que mantienen desde 2018 y ha hecho evolucionar su música desde entonces hacia un sonido más apretado de dientes, sin abandonar el concepto melódico original de la banda.
En fin, habiendo estado presente en el concierto de estas dos bandas en un sábado noche sobrado de propuestas, me queda la satisfacción de haber elegido la opción más desconocida y tal vez la menos popular, pero que ciertamente no podría dejar indiferente a nadie con un mínimo de conciencia sobre la ciencia ficción peliculera devenida a post modernidad en la que se ha vuelto la realidad universal pre apocalíptica en la que vivimos, y que por lo menos ya podemos incluir a estas dos bandas para musicalizarla. Esa es la reflexión que me ha quedado. Allá cada uno con su película.