Pop ligero, que suena a calma, pero a la vez despierta los sentidos. Es la fórmula de los mallorquines Da Souza. Año nuevo, nuevo álbum. En este caso, Salsa agredolça (Bubota, 2020). Título que advierte el contenido del disco: a veces más agrio y otras tantas más dulce. Es la combinación perfecta para una banda que se confiesa fan de los guitarreros Teenage Fan Club y se deshace al pop metafísic genuïamente catalán. No es casual: el disco se ha cocido en “Can Jordi Matas” (también El Petit de Cal Eril, Ferran Palau o Marialluïsa). Y junto con otro productor de lujo: Pau Riutort (El Guincho o Extraperlo
El disco arranca con la delicada “Metres per segon”, que es de lo más metafísica. Aunque el hilo atmosférico se rompe con letras más juganeras y punzantes como “La faula del falcó”, la pegadiza “Agents de l’ordre universal” o la que la que da nombre al disco, “Salsa agredolça”. En el cupo metafísico también destacan, entre otras, “Tira-tira” o “Pedres i pals”. Canciones que construyen el que es, sin duda, uno de los discos del año. Da Souza es, además, una de las piedras angulares de una nueva escena mallorquina: de la era post-Antònia Font. Da Souza hace la magia.