Se alza el telón. Y sin saber cómo volvemos a estar en el lugar indicado y a la hora prevista. Benicàssim quiere ser el centro del mundo por unos días. El cartel acompaña. El clima también. Menos sopor y más aire. Se agradece. El primero de los 4 días de festival se presenta tranquilo -a priori-. Menos actuaciones de lo normal y calentamiento suave para preparar un fin de semana largo y trepidante.
¿He dicho suave?
Precipitado me he. Y me contradigo en las primeras de cambio. Son Soulwax y sus secuaces los que empiezan a tumbar esa teoría. Los hermanos Deawele aterrizaron en Castellón con su banda cósmica formada por tres baterías y tropecientos mil artilugios interplanetarios. La ejecución se antojaba como poco sideral. Y no defraudaron. 50 minutos de puro electro-rock para deleitar a curiosos y fans de toda la vida. Soulwax tienen reputación de grandes selectores pero ayer tocaba escuchar sus producciones. ‘E talking’, uno de sus mejores tesoros en forma de tema fue un ejemplo de la magnificencia de un grupo que ha vuelto para quedarse.
No menos trepidante fue el directo de Skepta. Lo mejor de ayer en FIB sin duda alguna. El grime está de moda. Algo que quedó patente en los primeros beats macarras y rompe piernas hilvanados por la figura de Tottenham. Un género venido a más que ha cautivado más allá de las Islas británicas en las últimas fechas. Y ya le habíamos visto en Sónar. Aunque ayer estuvo mejor. Más raudo. Más juguetón y más simpático que de costumbre. Con bases más propias del uk garage pespunteó un directo excelso en el que no faltaron bailes y desnuques por doquier.
Un aperitivo demasiado top para el plato fuerte de la noche. Nadie se quería perder la comparecencia más especial de la velada en Benicàssim. Diplo, Walshy Fire y Jillionaire, más conocidos como Major Lazer, saltaban al escenario para demostrar su valía. Y lo hicieron con aplomo, dinamismo y mucha -y buena- actitud. La música que ha traspasado continentes de mar en mar, rompiendo cualquier chart habida y por haber, se nos presentaba en formato comprimido y sin descanso. Una sesión con mucha carga coreográfica que se sublimó gracias a 3 bailarinas impecables. En la ejecución cabe decir que pese al a buena selección, los temas desembocaron en trap bacalero de ultratumba. Algo que gusta a muchos. Es verdad. Pero desluce las más que buenas producciones del trío de electro-dancehall.
Aturdidos y algo cansados del viaje, tocaba picar un poco de todo. Fuimos a ver a Marc Piñol y disfrutamos de su gran sabiduría en clave techno; visitamos al bueno de Amable en el escenario de Razzmatazz y Ochoymedio en otra muestra de buen hacer tras los platos y pinchando desde Avalanches hasta Foals pasando por Arctic Monkeys. Top. Y finalmente cerramos la noche con el mito Mr. Oizo. Una sesión con mucho electro house pero que a ratos también terminó derivando en trap difícil de digerir. En esas había aparecido el frío y había aumentado el viento. Tocaba irse y prepararse para más. Mucho más.