Belako es un grupo que disfruta sobre un escenario. Tanto, que el sentimiento se contagia. Incluso sin haberlos escuchado nunca; es tal la energía que desprenden que cuando pasan de la tercera canción se torna inevitable no saltar a su par.
El grupo vasco llegaba a la sala Music Hall de Barcelona el pasado jueves 17 de diciembre sin su segundo disco, pero con motivo de la presentación de éste. La publicación de ‘Hamen’ había sido programada para el pasado día 27 de noviembre pero debido a problemas de internacionalización se ha retrasado para el próximo 22 de enero de 2016. Esto podría suponer un duro golpe para un grupo, al ver que sus nuevas canciones en directo se convierten en momentos de baja intensidad entre el público por su desconocimiento; pero no con Belako, con ellos, incluso temas como ‘Nomad’, con menos de un mes de rodaje, tuvieron en Barcelona la acogida de todo un hit. Y para éxitos, ‘Sea Of Confusión’, con el que la ilusión de ver a gran parte de la sala cantando su letra se hizo palpable.
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El pasado mes de septiembre pudimos ver a Belako en el Tibidabo Live Festival, dónde nos sorprendieron; en esta ocasión el escenario y el público se redujo, y ellos tomaban el rol protagonista acompañados sólo por Yellow Big Machine, teloneros, también de tierras vascas, que con su aporreo de batería calentaron una sala que poco a poco se iba llenando e incluso se animaba a corear las letras identificables.
Recuerdo haber abandonado el Tibidabo con ganas de más, maravillada por la potencia que aportaban a unos temas que podrían haber derivado a un concierto más pausado y sombrío. Con ese concierto en mente y conociendo un poco más al grupo, el del pasado jueves prometía ser un buen concierto, pero no esperaba que al finalizar se repitiera la sensación de fascinación, que la hora y pico de alta intensidad sucediese volando.
Para alguien que no los ha visto en acción, puede parecer complicado de entender, en sus grabaciones se encuentran muchos estilos distintos, desde shynth-pop hasta post-punk, bajo un velo aterciopelado; esto en directo, en cambio, se transforma en un torbellino intenso.
Sea el escenario mediano o pequeño, Belako saben hacerse con él, situándose lo más cerca posible de su público e hipnotizando con su sonido. La sintonía entre Cris, Josu, Lore y Lander es inmejorable, no importa quien cante, quien esté al teclado y quien al bajo, tampoco si la canción se interpreta a pie de público o si es un tema instrumental, el resultado es el mismo: energía y pasión que inunda la sala.