El Barcelona Acció Musical (BAM 2015), celebrado durante las fiestas de la Mercè, es un festival peculiar. Con una propuesta llamativa y siendo completamente gratuito, reúne a públicos de todos gustos musicales y edades, desde fans incondicionales hasta curiosos que desconocen el cartel, pasando por grupos de amigos que sólo buscan un lugar dónde beber. El reparto de escenarios por distintos puntos de la ciudad condal hace posible la llegada a más público, a pesar de que para algunos signifique tener que cuadrar horarios, rutas con el transporte público y escoger entre las distintas propuestas. Por este mismo motivo, este año desde Eargasmweb hemos decidido aunar fuerzas en tres puntos, durante dos de los días más significativos de este festival.
VIERNES 19
El primer día de fiestas nos centramos en los escenarios de la Pl. Joan Corominas y Pl. dels Àngels, situados uno al lado del otro, donde el pistoletazo de salida lo daban los mallorquines Beach Beach, que acercaron un poco más la playa con su pegadizo “windsurf pop” y temas como Just Like Before; entre el público, que se animaba poco a poco, encontrábamos a las chicas de Mourn que se apropiarían del escenario a continuación, sorprendidas por la cantidad de espectadores reunidos y no tan tímidamente como aseguraban, tocando temas de su único álbum, pero también de su nuevo EP, Gertrudis, con desparpajo y actitud.
Desde Asia, llegaron dos propuestas completamente opuestas a los sonidos anteriores. Los chinos Da Bang inauguraron el escenario de la Pl. dels Àngels, así como su paso por España; ritmos funk y riffs de guitarra difíciles de ubicar en un festival distinto al presente. Por otro lado, desde su vecina Corea, llegaron los exóticos Jambinai, una combinación curiosa entre instrumentos tradicionales y rock experimental, transformando lo que parecía un concierto de tempos lentos y suaves por su puesta en escena, en el más estruendoso del escenario de Pl. Joan Corominas.
Acercándonos un poco más al plato fuerte de la noche, los veteranos Loop ofrecieron ritmos sencillos pero potentes, distorsionados, como su nombre indica, en un bucle. Tras ellos, los skaters se quedaban sin sitio para practicar, los grupos de amigos cerveza en mano se agrandaban y los esperados Metz salían a escena.
No hizo falta esperar para sentir esa energía que desprende el trío canadiense, se notó desde el minuto uno; a pesar de ello no fue hasta que sonaron The Swimmer y Spit You Out que el público respondió al 100%, cuando nos invitaron a saltar, gritar, bailar y entrar en mosh pits, algo que no se detuvo hasta el final del concierto, dejándonos agotados, con una sonrisa y con ganas de más.
SÁBADO 20
A pesar de que las propuestas del centro de Barcelona y el Parc del Forum eran atractivas, la noche del sábado nos centramos en los conciertos de l’Antiga Fabrica Damm.
Aún con la luz del día, volvíamos a ver por segunda vez este mes a Ocellot, y es que los barceloneses son una de las bandas más hipnóticas y psicodélicas del panorama nacional. No faltaron temas de su recién estrenado álbum, Jelly Beat, como tampoco de su álbum debut en 2013, que disfrutaron los más puntuales a pesar de que el claro interés por el último de los conciertos de la noche se palpaba en el ambiente.
Tras caer el sol, aparecieron los valencianos Senior i el Cor Brutal, y con ellos, las calles de Roselló, Dos de Maig y alrededores se llenaron de un público preparado para la fiesta, pero poco pendiente de lo que acontecía en el escenario. Los que estaban más cerca sí que pudieron disfrutar del desparpajo y gracia natural de Miguel Angel Landete acompañado de sus “primos” y su propia bandera. Su influjo por los clásicos norteamericanos y versiones con acordes, ritmo y letras cambiados, supusieron un cambio radical con la actuación anterior, no así en el público.
El ambiente cambió cuando una hora y cuarto después, dos txalapartari salieron al escenario entre la habitual puesta en escena de Crystal Fighters, consiguiendo reducir la conversación a un leve murmullo durante un minuto de los 5 que duró su actuación. Ondeando banderas, con incienso purificador, mucha energía y una primera canción, Solar System, aparecieron uno a uno los componentes del grupo londinense.
No fue un concierto distinto de los que han ofrecido (y ofrecerán) este año en festivales de la península, sonaron canciones de su segundo disco (L.A. Calling o Separator) pero también del primero (como Plage). Pero por mucho que los hayamos vuelto a ver, esa sensación de fiesta, los ritmos imposibles de rechazar, el buen rollo que desprenden y la conexión de Sebastian Pringle con el público, hacen que una vez más los disfrutáramos, acorralados entre la inmensa muchedumbre allí congregada o incluso desde lejos, mediante una de las pantallas instaladas en la manzana.
Crystal Fighters