Justo hoy ocho de Octubre hace dos meses que fui padre y que mejor manera para celebrarlo que hacer un kit kat ,un paréntesis, dejar a mi niño con los abuelos y de la mano de mi chica Laia y mi nuevo amigo Ferran que luce una camiseta de su birra Kusfollin, nos subimos a Montjuic para disfrutar de este regalazo de festival que es el Amfest.

El escenario es inmejorable. Entre murallas del castillo de Montjuic un escenario preside la estancia enfrentado a cientos de sillas que nos recuerda que seguimos demasiado distópicos. Sigue siendo tan raro sentarse en este tipo de eventos. Tímidamente nos sentamos y curiosamente empezamos disfrutar de la playlist que están pinchando. Desde Whiteny Houton hasta Slayer, pasando por la cabecera del Príncipe de Bel-Air.
Las luces se apagan y ahora sí, empieza la regresión. Sí. Digo regresión porque los bilbaínos Vulk fueron los primeros en hacernos sentir que estábamos a finales de los ochenta o principio de los noventa. Ya no solo la estética de Andoni de la cruz la cruz, que personalmente me transportó al País Vasco de aquella época, también la manera de cantar y de moverse en el escenario que recuerda rápidamente a Fermín Muguruza, Juan Perro y al mismísimo Ian Curtis de Joy Division.


fotografía – Román Jiménez
Vulk ha sido una grata sorpresa, había escuchado algo por Bandcamp y no me había entusiasmado pero después de ver el directo que tienen pienso seguirles la pista.
Bala!, era evidente que la mayoría estábamos allí con las ansias de ver este dúo que tanto esta dando de que hablar. Ya hace algunos años que las formaciones de dúo están funcionando de maravilla. Mantar, Udol y Bala son de mis favoritos.


fotografía – Román Jiménez
A las gallegas nadie quería verlas sentados y las sillas fueron desapareciendo entre la gente que se agolpaba delante del escenario que ya rugía con el plexi Marshall y el Ampeg svt con los potenciómetros al máximo. Lo cierto es que rápidamente quedé con el ceño fruncido pues el sonido no estaba siendo del todo bueno, para nada culpa de ellas, y a medida que transcurría el concierto el ceño fruncía de ver que pese al sonido, la actitud y la bestialidad de decibelio suplía con creces los pequeños fallos. Esta vez la regresión nos llevó a los años noventa y es que Anx y V recuerdan a Kurt Cobain, Dave Grohl y su Nirvana que tanto a marcado la infancia de muchos de los presentes.

Gracias Bala por dejar un ambiente de concierto que hacía un par de años que no disfrutábamos y pasar el testigo para los que para mi fueron la banda de la jornada, It it Anita. Estos continuaron con la regresión de los años noventa y es que su influencia en grupos estandartes de época como Sonic Youth, Mogwai o como bien observó Ferrán algo de los Baestie Boys.
Perfectamente conjuntados, esta banda suene brutal. los cambios de ritmos y las atmósferas que parecen propios de una Jam session están ejecutados al milímetro.

fotografía – Román Jiménez
La puesta en escena fue algo que me maravilló y pienso proponerle a mi banda Matote de hacer algo similar en directo. Con el backline se crearon un cubículo a modo de local de ensayo en el que estoy totalmente convencido, disfrutan al máximo de su música.

Esta jornada del Amfest 2021 (Parèntesi) nos deja un agradable gusto a grunge, a noise , a una infancia donde la música era valorada por ser un elemento de diferenciación, rebeldía y combate de los purismos talibanes musicales que cuartan la creatividad.