A veces elijo que disco voy a escuchar por su portada. Creo que viene dado de mi generación, los nacidos en los años ochenta. La única referencia que teníamos sobre la música que íbamos a comprar era la portada, la cual era parte importante para elegir comprar este o aquel disco. A veces la cagabas mucho y lo único que te gustaba del disco era la portada pero era placentero el trayecto hacia casa con la impaciente necesidad de saber si habías descubierto una joya o iba a ser un disco olvidado en el estante.
Bueno pues con Absent in Body, y su ‘Plague God’, he vuelto al juego de las portadas pero sin comprarlo, todavía. La portada de este álbum me ha transportado directamente al mundo de Prometheus, película del gran Ridley Scott, donde no solo nos relata los inicios de su aclamada Alien, también narra una posible explicación del origen de la humanidad. Para mi es pretexto mas que suficiente para ponerme a escuchar que hay detrás de esta increíble portada.
Y claro, no son los ochenta y lo empiezo a escuchar en Spotify mientras busco información sobre esta desconocida banda. Me explota la cabeza cuando veo que esta banda la componen: Scott Kelly (Neurosis), Mathieu Vandekerckhove (Syndrome/Amenra), Colin H Van Eeckhout (Amenra/CHVE) & Iggor Cavalera (Ex-Sepultura), y si estas leyendo esta reseña, conoces, o deberías conocer a estos mastodontes.

‘Plague in God‘ es un disco de Sludge y Post Metal con toques industriales, donde la música no es solo una herramienta de entretenimiento, también es un elemento para inquietar y agitar conciencias. Las voces de Scott Kelly y Colin H Van Eeckhout, son el agónico y desesperado grito de una humanidad carente de dirección vital, enfrentada al abismo que supone nuestra insignificante presencia y consciencia, ante la sublime y aterradora conexión entre nuestra existencialidad y el basto e incomprensible cosmos.
Las pesadas guitarras de los grandes Vandekerckhoves y Kelly, una combinación de Doom y Post, se fusionan con oníricos pasajes a un trabajado tapiz musical de sonidos industriales, donde una atmosfera opresiva y fascinante, va dibujando en mi mente, paisajes de H.R. Giger. No puedo mas que mecer hipnotizado por este sensorial y extraterrestre mensaje, que parece contener historias de una extinta y sofisticada civilización. La precisa ejecución de Cavalera en la batería, dotan de una inmensa profundidad a este oscuro y transcendental álbum.
Si ves la portada de este disco y sientes que detrás de esa imagen hay una increíble historia de Sci-Fi y posiblemente respuestas a la inmensidad de preguntas existenciales de las que jamás tendrás respuesta, Dale al play, cierra los ojos y viaja a un profundo y oscuro lugar donde las almas perdidas tiene un rincón donde yacer.